En primer lugar, uno de los animales que enseguida se puede encontrar al adentrarnos en el recinto es el gato callejero. Este felino ha dado lugar a numerosos debates, pues se considera una plaga: según Marta Rodríguez, periodista en El País, en Barcelona se calcula que coexisten hasta 700 colonias, las cuales suelen aparecer por el abandono o huida de gatos domésticos. Además, cada hembra puede tener hasta tres partos al año y esterilizarlas cuesta unos 80 euros (Rodríguez, 2016: en línea).
La presencia de estos animales puede convertirse en un grave problema de insalubridad y generar dificultades de convivencia por los malos olores, los restos de comida o la posible transmisión a los humanos de parásitos intestinales a causa del contacto con los excrementos. Sin embargo, en Mundet no se observan estos inconvenientes, sino al contrario, la colonia del recinto está controlada, recibe todos los cuidados necesarios y los gatos están sanos.
Dicho control se lleva a cabo a partir de la esterilización, un proceso que mejora la calidad de vida del gato impidiendo la superpoblación y acaba con los conflictos sin necesidad de exterminar –acción prohibida por la Ley de protección a los animales de 2008–. Por ese motivo, se pueden ver gatos con una pequeña muesca en la oreja, la marca de identificación que indica que el animal ya ha pasado los controles sanitarios y ha sido esterilizado.
En segundo lugar, otra variedad de animal habitual en el Campus Mundet son las cotorras, unas aves de origen sudamericano. Según Mayte Rius en su artículo en la Vanguardia, esta especie de la familia de los loros se ha extendido a lo largo de los años en la ciudad de Barcelona gracias a la numerosa presencia de palmeras que se encuentran en la localidad. Por ese motivo, el Campus Mundet no se escapa de ser otro hábitat para la especie, acostumbrada a vivir en nidos comunitarios con abundante población (Rius, 2015: en línea).
Las cotorras son aves de tamaño pequeño (entre 28 y 31 cm de largo), de plumaje verde con el pecho gris y con una cola larga y puntiaguda. Aun así, el rasgo que más caracteriza a esa ave es su reclamo estridente y chillón (Wikifaunia: en línea).
En tercer lugar, otra ave destacada que vive en el recinto de Mundet es la urraca común, conocida también como pica pica, habitual del norte de África, Asia y Europa. Esta especie de ave destaca por su plumaje blanco y negro, su cola larga de color azulado y su tamaño de 45 cm de longitud y de 60 cm de envergadura (Wikifaunia: en línea).
El hábitat de la especie abarca espacios con poca densidad boscosa y situados a menos de 1500 metros de altura, por ese motivo, el Campus de Mundet, situado en la Sierra de Collserola, es una localidad idónea para la urraca.
Así pues, el Campus se sitúa en la franja de separación entre el área metropolitana de Barcelona y la Sierra de Collserola. Un parque natural con más de 8000 hectáreas donde predominan los espacios forestales, pero con una variedad de formaciones vegetales que le confieren una valiosa diversidad biológica. Es por eso que muchas de las especies de esta zona se pueden observar también desde el recinto del Campus.
Entre las 130 especies de aves contabilizadas en esta sierra, algunas viven todo el año en el parque, otras llegan en época de cría y otras sólo paran durante su ruta migratoria. Son estas últimas unas de las más destacables por la biodiversidad que le confieren al Corredor Litoral en el que se encuentra Collserola.
Este fenómeno migratorio se observa desde el cerro de la Magarola, un paraje bien situado para ver el paso de rapaces y otras aves planeadoras que recorren el Litoral durante su viaje de retorno a las áreas de hibernación. Se pueden observar más de 20 especies de aves migratorias durante el otoño y hasta un centenar de ejemplares algunos días. Las aves rapaces y planeadoras más frecuentes en la zona son el halcón abejero, el gavilán común, el aguilucho pálido y el cernícalo. También se pueden detectar otras tan curiosas como la cigüeña negra o el halcón de la reina. (Gargallo, 2009: en línea)
Después, el animal más emblemático y polémico es el jabalí. Collserola es uno de los lugares de Cataluña que tiene más densidad de este animal y es muy habitual verlo pasear o buscar comida en Mundet; es tan habitual verlo por la zona que hasta se ha establecido una fiesta en su honor: La Senglarada. Esta plaga ha perdido el miedo a los humanos y ha causado heridas a diversos trabajadores del mismo centro y se alimenta de todo lo que encuentran (Cosculluela, 2015: en línea).
Por último, el grupo de mamíferos, sin tener en cuenta a los jabalíes, es el más difícil de observar directamente, pero, aun así, también habitan en la sierra de Collserola y, por consiguiente, en Mundet. Entre estos se encuentran las ardillas, una especie observable en pinares como los del Palau de les Heures, sobre todo en primavera, saltando de rama en rama.
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