martes, 17 de mayo de 2016

La historia del Campus Mundet (931-1953)

El actual recinto de Mundet se encuentra plenamente integrado en la ciudad de Barcelona como área de servicio a los ciudadanos. Sin embargo, los edificios que constituyen este paraje no siempre han presentado las mismas utilidades. De este modo, se debe ojear el pasado para descubrir su recorrido y sus funciones históricas (TRIBÓ, 2008).


El primer testimonio de población medieval que se halló en Horta fue la parroquia de Sant Genís dels Agudells, fundada en el año 931. Más adelante, durante los siglos XII y XIII fueron muchos los militares, eclesiásticos y burgueses que tuvieron propiedades en Horta e incluso se llegó a construir un monasterio de jerónimos. En 1903, el territorio pasó a depender del municipio de Barcelona. Durante aquella época, en el contexto del paisaje agrario, el territorio fue edificado por masías de montaña, donde se cultivaban viña, olivo y cereales. De entre estas propiedades cabe destacar tres: la finca Martí-Codolar, que –más adelante– dio origen al zoológico de Barcelona; la villa del Laberint d’Horta, unos grandes jardines donde se organizaban reuniones de hombres ilustres y representaciones teatrales de grandes artistas; y el Palau de les Heures, una residencia familiar de verano que destaca por su tamaño, la abundancia de diferentes tipos de vegetación, las connotaciones francesas que retiene y la belleza del conjunto (TRIBÓ, 2008).


Casa de la Caridad de Horta
Por otro lado, la Casa de la Caritat, que a comienzos del siglo XX tenía su sede en la calle Montalegre de Barcelona, ​​era propietaria de varias instalaciones en el barrio de Horta, utilizadas como residencias de verano y servicios hospitalarios. Uno de estos edificios con servicio sanitario ocupaba lo que más tarde se convertiría en el núcleo actual del recinto Mundet. El problema existente en la Casa de la Caritat era la falta de espacio. Así pues, para solucionar este inconveniente, se prosiguió al traslado hacia la periferia urbana. El primer paso para lograrlo fue la compra de la finca Pallós, ubicada cerca del laberinto. Encargaron al arquitecto Joan Rubió Bellver el diseño de unas nuevas instalaciones (TRIBÓ, 2008).


Estas consistían en un conjunto de tres pabellones, llamados Llevant, Central y Ponent. El primero debía acoger a unos setecientos cincuenta niños; el segundo integraba los servicios comunes de la entidad; y el último debía albergar a unas setecientas cincuenta niñas. Las obras comenzaron en 1928 pero en 1936 solo se había edificado Llevant, el sótano y la planta baja de Ponent. La lentitud de la obra había sido causada principalmente por problemas financieros y por el inicio de la Guerra Civil Española (1936-1939). Durante los acontecimientos bélicos, este edificio fue utilizado esporádicamente como cuartel y el inacabado edificio de Ponent, como almacén de bidones (TRIBÓ, 2008).


Edificio  Llevant
El 10 de enero de 1939 comenzó a funcionar, en el edificio de Llevant del actual recinto Mundet, el campo de concentración de prisioneros de Sant Joan d’Horta. El objetivo de este era internar temporalmente y clasificar de forma definitiva a todos los soldados del Ejército republicano hechos prisioneros durante las ofensivas bélicas. Los prisioneros, que se organizaban en batallones de trabajo, eran usados como mano de obra semi esclava en tareas relacionadas con el desescombro y la reconstrucción de infraestructuras (TRIBÓ, 2008).

En 1940, con el cierre del Camp de Concentració d’Horta, la Casa de la Caritat recuperó el recinto y, finalmente, se terminó el edificio de Llevant. Con el fin de la guerra, la Casa de la Caritat cedió el edificio a las autoridades civiles para que lo utilizaran como albergue provisional de mendigos. En aquellos tiempos, a esto también se le sumaron grandes brotes de tuberculosis y tifus. La falta de hospitales y la necesidad de grandes edificios para alojar a los enfermos supuso la cesión del recinto al Patronato Nacional Antituberculoso. Más tarde, en 1945, los edificios volvieron a estar en disposición de la Casa de la Caritat y se decidió utilizar el recinto como casa de colonias para los niños que residían en la sede Velladonzella-Montalegre. El edificio de Llevant, por su parte, se convirtió en el llamado Hogar Montaña (TRIBÓ, 2008).

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